Dentro de los atractivos poco conocidos de Nuevo León, hay uno que llama la atención y tiene que ver con las huellas del Neolítico, por los rumbos del poblado de Mina, enclavado en un valle desértico entre dos macizos montañosos. Mina es un pueblo pintoresco con casas de construcciones sencillas y colores austeros. Es aquí donde se erigió el Museo Bernabé de las Casas, inaugurado en los años 80 para exhibir los restos de un mamut emperador encontrado en esas tierras, es uno de los museos paleontológicos de México.
Alberga diez salas y en ella se muestran vestigios como restos fósiles de un mamut, la cocina antigua y utensilios, además existe una sala dedicada al Niño Fidencio que incluye un altar, fotografíass, imágenes religiosas y paganas.
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